El cambio climático y su influencia en el planeta

El cambio climático y su influencia en el planeta

Cada vez es más evidente que nos enfrentamos a un reto mayúsculo en el siglo XXI: el cambio climático. Este se define como el cambio de clima provocado principalmente por la actividad humana, lo que da lugar a una alteración de la composición de la atmósfera. Estamos frente a un fenómeno global, ya que su impacto se deja sentir a una escala local y afecta a regiones situadas a lo largo de todo el planeta Tierra. Desde el incremento en la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos (entre los que podemos contar huracanes, sequías prolongadas, tormentas y lluvias torrenciales e inundaciones) hasta el aumento del nivel del mar. Los efectos son múltiples, diversos y, en su gran mayoría, graves.

Durante el siglo pasado, la quema de combustibles fósiles junto a otras actividades humanas liberaron en la atmósfera enormes cantidades de los llamados gases de efecto invernadero. Estos gases, con el CO2 como principal protagonista, atrapan el calor. Si bien es cierto que no solo las actividades humanas son las que liberan este tipo de gases, las actividades naturales no son suficientes por sí solas para generar el desequilibrio que observamos en la actualidad.

Estas emisiones, por lo tanto, han provocado que la temperatura de la superficie de la Tierra haya aumentado y que los océanos hayan absorbido alrededor de un 80 por ciento de este calor adicional. Además, desde que comenzaron los registros sistemáticos alrededor de 1960, el mayor aumento de la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero se ha producido en las últimas dos décadas. Lo que nos da una idea de como se han ido dando de forma progresiva todos estos cambios que nos afectan y perjudican.

El aumento del nivel del mar es otra consecuencia alarmante del cambio climático que a menudo se pasa por alto. A medida que las temperaturas globales aumentan, los casquetes polares y glaciares se derriten, lo que contribuye significativamente al incremento del nivel del mar. Este fenómeno está ligado a tres factores, todos provocados por este cambio climático global persistente. En primer lugar observamos una dilatación térmica de los océanos, lo que quiere decir que básicamente cuando el agua se calienta se expande.

Segundo, observamos una disminución progresiva de glaciares y casquetes polares. En las épocas de verano las grandes formaciones de hielo se derriten poco a poco de manera natural, este proceso se da cíclicamente como parte del funcionamiento y renovación de las masas de hielo. Este desequilibrio genera un mayor volumen del agua de escurrimiento que llega a los océanos, provocando a su vez un aumento del nivel del mar.

La pérdida de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental conforma el tercer factor. Igual que sucede con los glaciares y los casquetes polares, el aumento de la temperatura está provocando que los enormes montículos glaciares que cubren Groenlandia y la Antártida Occidental se derritan a un ritmo demoledor. Los científicos teorizan que el deshielo de la superficie y el agua del mar que circula por el interior, se están filtrando por debajo de los montículos que se encuentran bajo la capa de hielo, creando de esta manera corrientes de hielo que se mueven muy rápido hacia el mar.

Los expertos explican que algunas de las consecuencias de esta subida del nivel del mar ya son visibles. Gran parte de las pérdidas de tierras se producirían en importantes zonas de cultivo, como el delta del Nilo. En el caso de España ya se pronostican la inundación de humedales, la contaminación de acuíferos y la pérdida de hábitat para peces, pájaros, plantas y muchas otras especies. Como podría ocurrir en la Albufera de Valencia o el Delta del Ebro, zonas especialmente vulnerables a estos impactos y de un alto valor ecológico y medioambiental.

No solo eso, la subida del nivel del mar y el aumento de los temporales amenaza la supervivencia de las playas, uno de los hábitats más comunes en las zonas costeras. El problema llega cuando se constata que se verán afectadas las zonas aledañas a dichas playas. Incluyéndose las poblaciones que viven en comunidades costeras, vecinas a dichas playas. Las comunidades costeras, los puertos y los países bajos como Blangladés se verían muy afectados. Por lo que, de acuerdo con estos pronósticos, miles de personas se verán obligadas a abandonar sus hogares, lo que provocará cambios demográficos.

El cambio climático es el mayor desafío de nuestra era. Aprender sobre él es el primer paso para encontrar soluciones efectivas. La ciencia nos dice que el cambio climático es irrefutable, pero también demuestra que no es demasiado tarde para reducir su avance y paliar todos los aspectos negativos derivados de estos procesos. Harán falta transformaciones fundamentales en todos los aspectos de la sociedad: el cultivo de los alimentos, el uso de la tierra, el transporte de mercancías y el fomento de nuestras economías.

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